Mi niña, el tiempo para que Mi Hijo entregue su regalo de la Divina Misericordia , se está acercando. Como tal, tú debes concentrarte en tu misión para salvar almas. No debes permitir distracciones, las cuales te quitan la mirada, de la tarea más importante de propagar la conversión.
El Cielo se regocija, en cómo este Regalo Divino será presentado pronto, con el amor puro que Mi Hijo tiene en su corazón, por todas las almas. Mi niña, mientras esta misión escala en intensidad, el maligno continuará atormentándote, a través de diferentes personas, en cada oportunidad. Tú has sido instruída, para mantenerte en silencio y a enfocarte solo en Mi Hijo.
Tú, niña mía, eres la indicada para transmitir con gran detalle el deseo de Mi Hijo, de hablar con la Humanidad en estos tiempos. Se valiente y audaz para que ésta santa misión sea exitosa. Esto ha sido predicho desde hace mucho tiempo y se te ha concedido todo tipo de dirección venido del Cielo. Todos los santos te guían, pues ellos han sido reunidos con toda su fuerza, para asegurar que esta misión no falle, ni puede fallar. Debes de dejar de preocuparte cuando las cosas parezcan desesperanzadoras, pues éste es el engaño al que confrontarás producto del trabajo del Engañador.
Yo, tu amada Madre, trabajo contigo todo el tiempo. Fue por Mí que fuiste preparada para venir ante Mi Precioso Hijo. Las gracias concedidas fueron para permitir que tu alma fuera purificada para que estuvieras en forma para trabajar para el Salvador de la Humanidad.
Fué por Mi precioso Hijo que has sido traída ante la Santísima Trinidad. Esta es una de las más importantes misiones desde que Mi Hijo fué enviado a redimir al mudo del pecado.
Nunca te permitas desviarte de esta misión, tampoco debes ceder ante la tentación de alejarte. Pídeme a Mí, tu Madre, todo el tiempo por protección.
Tu amada Madre,
Reina del Cielo,
Madre de Misericordia
