Soy tu amada Madre, Reina de la Tierra. Soy la Inmaculada Concepción, la Virgen María, Madre de Jesús, Quien vino en la carne.
Mi niña, el momento para el Triunfo de mi Inmaculado Corazón está cerca.
El momento para que yo aplaste a la serpiente se está acercando, pero hasta el día en que Satanás y sus demonios sean arrojados al yermo, tanta confusión entrará en erupción en la Tierra.
Para los creyentes en mi Hijo, esto será un tiempo de tormento. Ellos serán puestos en dos direcciones diferentes por la Iglesia Católica.
Una mitad creerá, como un deber, la necesidad de seguir al Falso Profeta, el Papa que continuará a Benedicto XVI.
Él, la bestia, está vestido como un cordero pero no es de mi Padre, Dios Altísimo, y engañará a las pobres almas, incluyendo a sacerdotes, obispos y cardenales.
Muchos le seguirán y creerán que él fue enviado por Dios, para gobernar sobre Su Iglesia en la Tierra.
Tristemente, muchas almas seguirán sus enseñanzas, las que serán insultantes para mi Padre.
Otros, llenos con el Espíritu Santo y con las Gracias del discernimiento debido a sus almas humildes, sabrán instantáneamente, que un impostor se sienta en la Iglesia en Roma.
El nuevo Papa falso ya está maquinando, incluso antes de que él ascienda al trono de la Sede de San Pedro, para denunciar/reprobar las Enseñanzas de mi Hijo. Después él me denunciará/reprobará, a mí la Bendita Madre de Dios y ridiculizará mi labor como Corredentora.
Mi niña, tu labor va a ser incluso más difícil que antes. Porque muchos de mis hijos están muy confundidos. Los insultos que enfrentas todos los días, los tormentos que padeces en nombre de mi Hijo, aumentarán.
Nunca temas decir al mundo la Verdad, mi niña.
Estás siendo fortalecida como resultado del sufrimiento físico y mental, que aceptas en nombre de mi Hijo, con el fin de salvar almas.
Todo esfuerzo, especialmente por una división en la Iglesia Católica, será hecho para desestimar mis Mensajes dados a ti.
Tu obediencia y lealtad a mí y a mi amado Hijo, serán puestas a prueba como nunca antes. Esto puede provocar que te alejes, pero si esto sucede, no durará mucho tiempo.
Reza, hija mía, por todos los hijos de Dios que, por causas ajenas a su voluntad, están siendo arrastrados a la batalla final por las almas.
Todo esto tiene que suceder, porque está contenido en el Libro de mi Padre.
Todos los ángeles en el Cielo te protegen, hija mía, en esta, un tanto, solitaria misión.
Siempre recuerda cuán importante es la oración.
Reza, reza, reza, porque sin la oración, especialmente el rezo de mi Santo Rosario, Satanás puede alejarte de la Sagrada Palabra de mi Precioso Hijo.
Recuerda también la importancia del ayuno, pues este mantiene al engañador acorralado/a raya.
Sin la oración habitual, mis hijos encontrarán difícil permanecer cerca de mi Hijo.
Nunca teman al futuro, hijos, porque una vez que permanezcan cerca de mi Hijo, ustedes estarán protegidos y se les darán las Gracias necesarias para preparar sus almas y las de sus familias, para la Nueva Era de Paz, predicha hace mucho tiempo.
Su amada Madre,
Reina de la Tierra,
Madre de la Salvación