Mi muy querida bienamada hija, llamo a todos los hijos de Dios y les aseguro que Yo, su amado Jesús, nunca podría minar Mi propia Iglesia.
Sin embargo, no retrocederé y miraré a Mi Iglesia desintegrarse, por mano de una secta en particular, que no tiene el derecho de desempeñar un papel (una función) en la Santa Sede.
Porque eso es precisamente lo que el Falso Profeta y los impostores que idolatran a Satanás, están tratando de hacer. Ellos quieren derribar a la Iglesia Católica y romperla en pedacitos.
Así, hijos Míos, es como Satanás se mantendrá en la rebelión final contra Dios, el Creador de todas las cosas.
Este perverso plan para destruir Mi Iglesia, ha estado en marcha por 100 años, pero desde 1967, este se ha intensificado.
Muchos impostores, que son miembros de esta malvada secta, que adora a Satanás, entraron en los seminarios para asegurar una posición en el Vaticano.
Sus poderes, aunque fueron permitidos por Dios Padre, estaban restringidos hasta ahora. Mientras el fin de los Tiempos se acerca, esto cambiará.
Esta malvada secta, ahora desatará todo poder para asegurar que sean ellos los que elijan un nuevo reemplazo para Mi Santo Vicario el Papa Benedicto XVI.
Todos aquellos que conocen Mis Enseñanzas, verán los cambios en el rezo de la Santa Misa.
Nuevas leyes seculares serán introducidas, las cuales serán una afrenta a Mi Muerte en la Cruz.
Muchos de Mis devotos seguidores, verán esto y se sentirán heridos. Sus puntos de vista serán descartados y muchos Sacramentos ya no se ofrecerán más.
Es por esto que se necesita mucha preparación.
Para aquellos católicos que estarán heridos y consternados, por favor, recuerden que Yo estoy aquí.
Llámenme, a su amado Jesús y sepan que no deben estar temerosos de proclamar la Verdad de Mis Enseñanzas.
No deben temer darle la espalda a la herejía.
Yo les guiaré y les protegeré en su trayecto y serán guiados por el Poder del Espíritu Santo.
Su amado Salvador,
Jesucristo