Mi muy querida bienamada hija, a Mis Iglesias por el mundo les digo esto. Sepan que siempre estaré con ustedes a su lado en tanto que proclamen Mi Santa Palabra.
A Mi Iglesia Católica: a pesar de que causaste tormento como resultado de pecados terribles, sabe que nunca te abandonaré, aunque hayas pecado. Pero sabe esto:
Tu fe en Mí no es tan fuerte como debería ser. Tú no me amas como una vez lo hiciste.
Toda la riqueza que acumulaste pone una distancia entre Mí, tu Cristo y Salvador y los hijos simples y comunes de Dios.
Has escalado tales alturas, que no podría alcanzarte y ofrecerte Mi mano para rescatarte de la podredumbre dentro de tu núcleo/corazón. Se te enseñó la verdad por Mi Pedro, sobre cuya roca fuiste edificada. ¿Y qué hiciste?
Edificaste muros gruesos de piedra alrededor tuyo.
Esto causó una falta de comunicación con aquellos a los que necesitabas alimentar con Mi Cuerpo y Sangre, para que así sus almas pudieran ser nutridas.
El respeto que se requiere de ti al administrar Mi Santísima Eucaristía, fue perdido cuando menospreciaste Mi Presencia.
Cuando el Vaticano II declaró nuevas reglas, ellas fueron introducidas por aquellas fuerzas masónicas malignas, desde el interior de tus corredores.
Ellos presentaron astutamente nuevos caminos (formas) para administrar Mi Sagrada Eucaristía, los cuales me están insultando.
Tus así llamadas “enseñanzas tolerantes” proclamaron una serie de mentiras incluyendo el rechazo de reconocer el poder de San Miguel Arcángel.
Él es el protector de la Iglesia contra Satanás. Aquellas fuerzas dentro de ti sabían esto. Por eso detuviste todas las oraciones pidiendo su ayuda ante Mí en la Santa Misa.
Entonces tú perpetraste la mayor falsedad, que el Infierno no era de temerse. Que era solo una metáfora. Esta mentira, aceptada como la verdad por muchos de los hijos de Dios, ha significado la pérdida de miles de millones de almas.
Cómo me ofenden. Para aquellos humildes y consagrados siervos/ servidores dentro de ti, les pido que vuelvan a Mis Enseñanzas. Nunca permitan que las riquezas se acumulen entre ustedes y piensen que son aceptables a Mis ojos.
Las riquezas, el oro y el poder acumulado en Mi Nombre, serán su caída. Ustedes no pueden lucrar de Mi Santa Palabra.
Ustedes han sufrido debido a la manera en que me han ofendido. Nunca piensen que Yo estoy culpando a los muchos Santos Papas que se han sentado en la silla de Pedro. Su Misión ha sido siempre protegida.
Muchos Papas han sido prisioneros en la Santa Sede, rodeados por grupos masónicos que no representan a Dios.
Ellos odian a Dios y han gastado cincuenta años esparciendo falsedades acerca de la Misericordia de Dios.
Sus obras han conducido al colapso de la Iglesia Católica.
Esto no fue un accidente. Esto fue deliberado y astutamente tramado a fin de destruir la fe de la Iglesia. Para destruir el tributo de los católicos simples y comunes, al único verdadero Dios.
Por esto serás hecha a un lado en el desierto. Después del Papa Benedicto XVI, tú serás dirigida por Mí desde el Cielo.
Oh cuánto me han hecho llorar.
Hago una llamada a todos Mis siervos consagrados que conocen la verdad, para que se pongan de pie y me sigan a Mí, su Jesús, para difundir la verdad de Mis Enseñanzas en humilde servidumbre.
Deben encontrar el valor y la fortaleza para levantarse de las cenizas.
Sobre todo, rechacen las mentiras que en breve les serán presentadas a ustedes por el Falso Profeta.
El unirá a la Iglesia Católica con otras iglesias, incluyendo iglesias paganas, para convertirse en una abominación.
Una iglesia mundial sin un alma.
Su Jesús