Mi muy querida bienamada hija, cuando Yo padecí la Agonía en el Huerto, la más grande abominación mostrada a Mí por Satanás, fue la deslealtad de la Iglesia Católica y Apostólica en los tiempos finales.
Esto es donde Satanás, quien me atormentó con visiones del futuro, me mostró a los tibios siervos de la Iglesia en estos, los tiempos de ustedes.
Ellos han permitido que el orgullo y las falsas verdades, dominados por su tolerancia al pecado, los ciegue a la Verdad de Dios.
Su lealtad a búsquedas mundanas significa que muchos de Mis siervos consagrados no tienen la compasión o la humildad en sus almas para guiar a Mis seguidores hacia la santidad requerida para salvar sus almas.
Por consiguiente tantos se han vuelto en contra Mía aunque dicen que aman a los hijos de Dios.
Al promover la tolerancia en el Nombre de Dios, ellos presentan una falsa doctrina, que oculta la Verdad.
Aquellos disidentes en Mi Iglesia en la Tierra, que afirman estar creando un nuevo tipo de seguimiento, en el nombre de la Iglesia Católica, pero que niegan Mis Enseñanzas, están siendo tentados/seducidos por Satanás, quien quiere destruir Mi Iglesia.
Él, el maligno, ya ha causado un terrible pecado para corromper Mi Iglesia y ahora quiere martillar los últimos clavos, cuando él crucifique a Mi Iglesia y, a su vez, lanzará al Infierno a aquellos siervos consagrados Míos que profanan la Palabra de Dios, al facilitar la aceptación del pecado entre los hijos de Dios.
Su pecado de abofetearme en Mi rostro, haciendo desfilar obscenidades delante de Mí, las cuales ellos afirman que son aceptables y toleradas por Dios, será severamente castigado.
Ellos se atreven, a través del pecado del orgullo y engaño, a engañar a las almas y dirigirlas hacia una cueva de oscuridad, sin entender cómo ellos están condenando almas dentro del lago de fuego.
Muchos de Mis siervos consagrados están siendo engañados y no lo saben. Sin embargo, esos siervos, si son honestos consigo mismos, están confundidos.
Luego están aquellos que posan como Mis siervos consagrados, pero vienen del otro lado. Esclavizados a la bestia, ellos deliberadamente se presentan como Mis sacerdotes ungidos.
Ellos me causan semejante terrible angustia. No solo corrompen almas, sino que a sabiendas han creado un pacto con Satanás, quien los devorará. Ellos realizan actos viles sobre Mis altares, delante de la Santa Eucaristía, pero pocos saben que ellos cometen tales actos. Sin embargo, Yo añoro sus almas.
Mi Iglesia Católica ha sido hecha trizas, sin embargo el alma de Mi Iglesia nunca será tomada o consumida por Satanás. Pero los siervos de Mi Iglesia pueden ser seducidos y destruidos por la bestia.
Este es el momento en que Yo intervenga para ayudarlos a superar estos terribles tormentos.
Yo necesito que ustedes, Mis seguidores, y de aquellos siervos consagrados entre ustedes que comprenden lo que está sucediendo entre ustedes, digan esta Cruzada de Oración (70): Por el Clero para que permanezca firme y fiel a la Santa Palabra de Dios
“Oh querido Jesús, ayuda a Tus siervos consagrados para que reconozcan el cisma que se desarrolla dentro de Tu Iglesia. Ayuda a Tus siervos consagrados a permanecer firmes y fieles a Tu Santa Palabra. No permitas nunca que las ambiciones mundanas empañen su amor puro hacia Ti. Concédeles la Gracia de permanecer puros y humildes ante Ti y de honrar Tu Santísima Presencia en la Eucaristía.
Ayuda y guía a todos aquellos siervos consagrados que pueden ser tibios en su amor por Ti y reaviva el Fuego del Espíritu Santo en sus almas.
Ayúdalos a reconocer las tentaciones que se les presentan para distraerlos. Abre sus ojos, para que puedan ver la Verdad en todo momento. Bendícelos en estos tiempos, querido Jesús, y cúbrelos con Tu Preciosa Sangre para conservarlos a salvo de todo daño. Dales la fuerza para resistir la seducción de Satanás, en caso de que fueran perturbados por la tentación de negar la existencia del pecado. Amén.”
Mis siervos consagrados son la columna vertebral de Mi Iglesia.
Ellos son los primeros en fila para enfrentar un terrible ataque violento de Satanás en este tiempo.
Ayúdenme a conducirlos al sendero (a la ruta) para rescatar a los remanentes de Mi Iglesia a medida que se dirige hacia el cisma, el cual será creado por el falso profeta en breve.
Reúnanse y recen por la unificación de Mis siervos consagrados, quienes son necesarios para mantener Mi Iglesia fuerte en los días que se avecinan.
Su Jesús