Mi muy querida bienamada hija, las visiones que permití te fueran mostradas, de las almas que se hunden en el Infierno, no fue para asustarte. En cambio, fue para mostrarte la realidad. De esta manera, ahora comprenderás cómo sufro, cada día, a medida que veo almas sumergirse en las profundidades del Infierno.
Oh, si la gente supiera el terror del Infierno, y la forma en que la bestia devora a tales almas, ellos evitarían el pecado a toda costa.
Esas mismas almas aún pueden ser salvadas, hija Mía, a través de la oración de la Gracia de Inmunidad. Al hacer esto, ustedes, Mis discípulos, me traerán alivio de este terrible flagelo desgarrador.
Aquellos que mueren en pecado mortal, son destinados a las llamas del Infierno. Muchos cometen estos pecados, en la creencia de que si realmente hay un Dios, entonces, Él es misericordioso. Y así, continúan pecando hasta que justifican sus pecados, para que lleguen a ser con el tiempo, ante sus ojos, sin consecuencia/importancia.
Dirán que no tenían otra opción, porque su pecado era necesario con el fin de beneficiar otros.
Con el pecado de asesinato, ellos dirán que fué para vengar la muerte de otro.
Con el pecado de la prostitución, dirán que fué para ayudar a su familia a poner comida en la mesa.
Con el pecado del aborto, dirán que fué para beneficiar la vida de la madre y para hacerle su vida más fácil. En el caso de la desviación sexual, dirán que se trataba de una cosa natural.
En el caso de los que participan en las prácticas del ocultismo, dirán que se trata de diversión inofensiva, sin embargo, ellos rinden honor a la bestia cuando hacen esto.
Cuando ellos persigan a otros y destruyan no solo el nombre de estos, sino su medio de vida, dirán que se trataba de un castigo necesario, por los pecados de otros.
Cuando ellos destruyan a otra persona en mente, cuerpo y alma a través de la dictadura, dirán que fué por su propio bien.
Cuando ellos traten de crear un Sacramento en Mis Iglesias, a partir de una abominación, dirán que fué a causa de los derechos de las parejas del mismo sexo, quienes tienen los mismos derechos como los demás.
Cuando ellos destruyan Mi Iglesia, desde el interior, dirán que todas las iglesias son iguales. Ellos usarán la excusa de que hay un solo Dios, para que puedan introducir una iglesia pagana.
Estos pecadores son las almas perdidas/extraviadas de las que hablo.
Para ayudarlos, ustedes deben ante todo mirar en el interior de sus ojos. Piensen en ellos como si fueran sus hijos o sus hermanos o hermanas. Mírenlos a través de los Ojos de Dios. Después sentirán amor. Pero el terror los llenará/asaltará, porque ustedes conocen en su corazón, el terror al que ellos se enfrentarán. ¡Cómo deben ustedes orar para que ellos vean pronto la Verdad!
¡Cómo deben orar por la salvación de estas almas!
Cada hijo de Dios, incluyendo aquellos cuyas almas son negras, es amado.
Sus pecados deben ser destruidos, antes de que todos los hijos de Dios puedan unirse, como una familia, en Mi Nuevo Reino.
A tí, hija mía, se te han dado todas las gracias y las municiones para destruir el pecado y para salvar no solo tu propia alma, sino el alma de los demás.
Gracias, hija Mía, por haber respondido a Mi Llamada. Tienes mucho trabajo qué hacer.
Tú Jesús
